Con la celebración del contrato de transporte, nacen para las partes (Remitente, transportador y destinatario) una serie de derechos y obligaciones recíprocos que, antesu inejecución o ejecución imperfecta o tardía, no pueden quedar de manera indefinida y/o perpetua en el tiempo, por el principio del Derecho de la seguridad jurídica, por lo que el acreedor de la obligación cuenta con un periodo de tiempo, según la norma, para exigir su cumplimiento. Una vez trascurrido ese tiempo, el acreedor pierde su posibilidad de coerción, convirtiéndose tan solo en una obligación natural.